SER JOVEN

Tienes razón, ya NO eres un NIÑO. Pero tampoco te equivoques, te falta un requisito para ser adulto, que es la experiencia.

Por tanto te propongo una cosa. Si tú me lo permites, voy a ser una especie de consejero tuyo. Te podré contar sobre situaciones por las que yo ya he pasado, y he visto pasar a mucha gente. Y luego tú sacas tus conclusiones.

Estás en una etapa de la vida que es de lo más emocionante, ¿verdad? Por una parte empiezas a depender cada vez menos de tus padres, a tomar decisiones por ti solo, a tener tu propia opinión, a elegir tus amigos, a saber lo que mas te gusta, a dejar de hacer cosas de crío…que estupendo. También tu cuerpo empieza a cambiar, a desarrollarse, a crecer…

Solo falla una cosa: NO TE ACLARAS NI TÚ. Y no me digas que no: un día dices que sí, y al siguiente dices que no; lo que te gusta un día, al siguiente lo aborreces; un día te ves guapísimo/a y al día siguiente horrible; un día estás contentísimo que te vas a comer el mundo, el otro no quieres ni salir de la habitación… BIENVENIDOS A LA ADOLESCENCIA. Pero tranquilos, es totalmente normal, son tantos cambios que es imposible de asimilarlos rápidamente, hay que ir poco a poco.

NO CORRAIS, poco a poco. Un labrador no estira un árbol para que crezca más rápido y de pronto fruto, si lo hace lo dañará, sino lo arranca y se lo carga.
Os lo digo ya, es una etapa muy buena, en que se empieza a vivir lo que es la libertad, pero también muy peligrosa, ya que de cómo viváis ahora y las decisiones que toméis, dependerá vuestro futuro. Libertad debe ir siempre acompañado de responsabilidad.

Una elección de la que nunca me he arrepentido y que tome en ese momento es la de elegir a dios (aunque realmente es Él quien te elige). A Dios eso hasta le emociona. Porque Dios se manifiesta en la debilidad humana, esto quiere decir que cuando más débil eres tú, más fuerte se muestra Dios. Y esta es una de las etapas de la vida en que más débiles, influenciables, y pobres somos.